El tema de los aparcamientos sigue siendo un quebradero de cabeza para el Ayuntamiento, por la carencia de plazas en la ciudad, por los problemas de acceso al centro y porque todas las iniciativas que desde el año 2005 se han promovido desde el Consistorio siempre se han encontrado con obstáculos y dificultades.

En otoño del año 2005, la Consejería de Cultura desaconsejó la construcción de un aparcamiento subterráneo en la Plaza de España porque entendió que el patrimonio histórico ubicado en las inmediaciones podría verse perjudicado. El Consistorio ya había realizado los primeros estudios.
En febrero de 2006, el alcalde, Jesús Estrella, firmó un convenio con la empresa Ricalja SL para la construcción de un párking de 140 plazas en la calle Juan Robledo. Este proyecto ha sufrido varios inconvenientes que han originado una falta de rentabilidad. Por lo tanto, no es viable. El pleno tuvo que realizar varios trámites como la desvinculación de un paso de servidumbre.

En marzo de 2008, el alcalde presentó a los comerciantes de la Corredera de Capuchinos el anteproyecto de remodelación de esta calle comercial, que contempla la creación de un aparcamiento subterráneo con 265 plazas. El montante de la operación alcanza los cuatro millones de euros. La renovación de este enclave se sufragaría con los derechos de explotación del aparcamiento.

Los vecinos acogieron con agrado este proyecto, aunque vieron con recelo este aparcamiento por los posibles trastornos a los edificios colindantes, si bien desde el sector comercial se vio con buenos ojos esta idea por las carencias de aparcamientos existentes en la ciudad. Los tres grupos de la oposición (PSOE, IU y PA) obligaron al equipo de gobierno a dejar este asunto sobre la mesa. Los responsables políticos del PP en el gobierno ven en este postura un obstruccionismo a la labor de gestión, aunque desde la oposición se ofrecen argumentos.
El portavoz municipal del PSOE, Antonio Cuenca, aclara que no se ha realizado el estudio geotécnico pertinente y añade que el proyecto no lo han realizado los técnicos municipales más adecuados. «Además, se nos presentó unos días antes del pleno, a la ligera, y para estos asuntos hay que ser mucho más serios, porque estamos hablando de la seguridad de las personas», especifica Cuenca, quien sostiene que el proyecto no recoge medidas de impacto ambiental.

El portavoz municipal del PA, José Salas, sostiene que no se ha realizado la consulta con la ciudadanía y exige un estudio más exhaustivo. Deduce que no se sabe a ciencia cierta cual va a ser la financiación del proyecto. Bajo su parecer, se tienen que recoger todas las alegaciones presentadas. «Queremos una seguridad jurídica, política y económica, porque no sabemos cuanto se puede endeudar el Ayuntamiento porque no sabemos el canon que tiene que pagar la empresa», explica Salas.

Izquierda Unida pide cautela y que se estudie con detenimiento el proyecto. «Porque se nos dice en el anteproyecto que la inversión puede experimentar variaciones sustanciales, por lo que se nos tiene que explicar esto», argumenta su portavoz, Juan Antonio Sáez. Cree que este proyecto tiene muchas dudas, como el establecimiento del precio de los aparcamientos. Desde el PP se ve falta de voluntad política y se dice que es un proyecto que ahondaría en la modernización del comercio.

Fuente: Diario Ideal.