Precisamente, esta medida, dirigida a promover una imagen de marca común que distinga al producto artesano andaluz, su reconocimiento y posicionamiento en el mercado, es fruto del análisis de diagnóstico del sector, que también debe definir una estrategia diferenciada para su difusión, tanto en el conjunto de España como en el extranjero. Dicha estrategia pasa por definir los mercados y segmentos de público objetivo, los canales a emplear en cada caso para llegar a los mismos, el mensaje o mensajes a transmitir y definir la imagen de marca y los soportes a emplear aplicando la misma.
Así, la marca deberá aunar los valores de la artesanía de Andalucía, su vinculación al territorio y al patrimonio, y la innovación, siempre teniendo en cuenta la variedad de oficios y, por tanto, de productos artesanales existentes en Andalucía. Sobre esta base se van a identificar y priorizar las acciones promocionales (online y offline) a impulsar desde la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad para la promoción del sector y de los productos artesanos andaluces.
Será labor de la dirección general de Comercio (a partir de que el Consejo de Gobierno apruebe el III Plan de Fomento de la Artesanía) la elaboración de la normativa correspondiente por la que se cree la marca de artesanía de Andalucía y en la que se regule los requisitos para su obtención, el procedimiento e seguir para su reconocimiento por parte de los artesanos andaluces y las acciones de difusión y promoción de la misma, con la previsión de la que la misma pueda aprobarse a finales del ejercicio 2020.