Los hechos ocurrieron sobre las 17:50 horas del día 29 del pasado mes de diciembre, cuando se recibió una llamada anónima en la Sala Operativa del 091 en la que un individuo en castellano y con acento árabe manifestó: “Hoy vamos a volar por los aires al infiel francés, desalojen el centro si no quieren lamentar cientos de muertos; Alá es grande”.
Activación del protocolo de seguridad.
Ante la supuesta amenaza, de inmediato se activaron los protocolos específicos establecidos, dirigiéndose al centro comercial agentes de Seguridad Ciudadana, Policía Judicial e Información apoyados por dotaciones de Guardia Civil y Policía Local, estableciendo un cordón de seguridad, acordonando la zona y el cerramiento del parking, chequeando e inspeccionando los vehículos allí estacionados.
Paralelamente, con la ayuda de los vigilantes de seguridad y personal empleado del centro comercial, los agentes realizaron de manera discreta una inspección por todas y cada una de las dependencias del mismo, con el fin de detectar algún paquete o persona sospechosa.
Dos mochilas aparentemente abandonadas.
En dicha inspección los agentes encontraron dos mochilas, aparentemente abandonadas en el suelo, que se encontraban en una de las puertas de acceso público. Ante este hallazgo y tras establecer el oportuno cierre de la zona, se ordenó a los responsables del centro que se comunicara, sin crear la menor alarma posible, el desalojo inmediato de forma ordenada del establecimiento.
En el momento en el que se desalojaba el local, dos ciudadanos subsaharianos se acercaron a las mochilas con la intención de cogerlas, siendo rápidamente interceptados por los investigadores, manifestando éstos que éstas eran de su propiedad y que las habían dejado al no poder acceder al interior del establecimiento con ellas para realizar unas compras. Tras su identificación y comprobar que en su interior solo se encontraban efectos personales se les permitió su salida.
Llamada realizada desde una cabina telefónica.
Pasadas dos horas desde la recepción de la llamada y tras completar la inspección, tanto del establecimiento como de los vehículos que se encontraban en el parking, se comunicó a los responsables del centro que dejaran libres los accesos y se volviera a la normalidad retirándose el cordón policial establecido.
Al mismo tiempo en el que se producía la intervención policial, la Sala Operativa del 091 informaba que la llamada telefónica de la falsa amenaza, provenía de una cabina pública que se encontraba situada en una de las calles de la ciudad, desplazándose hasta el lugar agentes de Policía Científica con el objeto de ser analizada y recopilar datos que una vez estudiados pudieran identificar al presunto autor de la llamada.
Reconocimiento de los hechos.
Concluida la actuación policial en el centro comercial, los investigadores abrieron diferentes líneas investigativas con el fin de esclarecer los hechos, identificando al presunto autor. Tras establecer diferentes vigilancias, los agentes le detuvieron.
Una vez en Comisaría, el arrestado reconoció haber realizado la falsa llamada de amenaza, manifestando que solo se trataba de una broma. Los investigadores realizaron una estimación aproximada del daño económico producido al centro comercial, establecimientos y cines de la zona, realizando la valoración económica de los servicios públicos que se movilizaron; Policía Nacional, Guardia Civil, Bomberos y Servicios Sanitarios.