Después de cinco años de coexistencia con el mal olor que irradia una vivienda de la calle Blas Infante, en Arjona, los demás habitantes de la comunidad de vecinos ven la luz al final del túnel. La marcha temporal de su propietario deja la puerta abierta a una limpieza. Francisco Galisteo es fiel protagonista, desde hace un lustro, de una situación difícil de sobrellevar.
Él y los demás residentes en un bloque de pisos, situado en el número 8 de la arjonera calle Blas Infante soportan como buenamente pueden el hedor procedente de una vivienda del bloque. Actualmente, el dueño de la vivienda está ausente, pero el olor permanece. Por tal motivo, los residentes en el edificio exigen al Ayuntamiento una rápida limpieza que acabe con la suciedad que causa los efluvios.
Galisteo asevera que los habitantes del lugar ya presentaron una denuncia por el problema pero que, hasta ahora, cuando el propietario se ha marchado temporalmente no existen visos de una posible solución. Francisco se queja de que el panorama es especialmente desagradable porque en el inmueble, en el que viven seis familias, hay varios niños que también sufren las consecuencias. Incluso precisa que ante el hedor “insoportable” él mismo ha optado por marcharse de su domicilio hasta que se logre un arreglo a la insalubridad.
El alcalde de Arjona, José Puentes, explica que el propietario de la vivienda de la discordia, una persona sorda de unos cincuenta años, se encuentra ingresado en un centro de rehabilitación. El máximo responsable municipal explica que el Ayuntamiento cuenta con una autorización del propietario para entrar en el piso y proceder a su desinfección. De hecho, añade que empleadas contratadas por el Ayuntamiento ya han comenzado las labores para desinfectar el lugar, aunque todavía hay que culminar las labores de limpieza.
Por otro lado, Puentes precisa que el edificio, integrado por viviendas de protección oficial, a cargo de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA) tiene también un atasco en los bajantes, lo que genera mal olor. De cualquier manera, el alcalde prevé que la próxima semana el asunto quede solventado, cuando se complete, por un lado, la desinfección de la vivienda y, por otro, EPSA culmine la desobstrucción de las tuberías. Los habitantes del edificio esperan que sea así realmente.
Fuente: Diario Jaén.